Un grupo de científicos de la Universidad de Basilea ha hecho el enésimo estudio demostrando las virtudes de moverse en bicicleta. Pero esta vez, además, han comprobado que es igual de beneficioso usar una e-bike que una bicicleta convencional

Aunque sigue existiendo un público reacio a las bicicletas eléctricas (en la mayoría de casos, por cierto, por ignorancia), cada vez es más habitual encontrar aficionados a usar una e-bike. Y es normal: además de cómodas, eficientes y divertidas, son tan saludables como una bicicleta convencional.

Eso asegura un estudio de expertos en deporte, ejercicio y salud de la Universidad de Basilea, en Suiza. En él, 30 personas en mal estado físico empezaron a recorrer un mínimo de seis kilómetros durante tres días por semana. La mitad lo hacían en una bicicleta convencional, y el resto en una e-bike.

Pues bien: transcurrido apenas un mes, todos los participantes habían mejorado su estado físico, reduciendo notablemente el riesgo de morir de un ataque cardíaco. Lo llamativo, en este caso, es que los niveles que determinaban dicha mejora eran muy similares entre los participantes, sin importar si habían tenido una asistencia eléctrica al pedaleo o no.

El estudio ha sido publicado por el Clinical Journal of Sport Medicine, que destaca cómo, según el profesor Arno Schmidt-Trucksaess, uno de sus responsables, “aquellos que usan e-bikes regularmente obtienen beneficios en cuanto a su estado físico en general, presión sanguínea, metabolismo de las grasas y bienestar mental”.